El ambiente en Final Fantasy XIII posee tanto elementos futuristas como naturales, ya que este se desarrolla en una tierra salvaje e inhóspita llamada Paals y un mundo flotante llamado Nido, suspendido sobre la anterior, que posee una alta tecnología y con una gran cantidad de ciudades en su interior. La historia del juego se centra en seis personajes: Lightning, Snow, Sazh, Hope, Vanille y Fang, los cuales deben encontrar una forma de librarse de la maldición que un ente de cualidades mágicas les ha otorgado. Debido a esta maldición son perseguidos y despreciados por la mayoría de los habitantes del Nido quienes los consideran una amenaza para su seguridad y la del mismo Nido.
Historia
El mundo en Final Fantasy XIII está constituido por Paals y el Nido. Paals es un mundo salvaje e inhóspito habitado por temibles monstruos. Antiguamente estaba habitado por humanos, pero con el tiempo estos fueron muriendo y sus ciudades quedaron finalmente reducidas a escombros, lo que acabó con la vida humana en Paals. El Nido es un mundo flotante de alta tecnología suspendido sobre Paals. Alberga millones de personas en su interior las cuales habitan en las numerosas ciudades que contiene, tales como Bodhum, un pueblo costero, Palumpolum y Nautilus, ciudad turística. Está gobernado por el Sanctum, quien controla también al ejército. Este último está dividido en dos organizaciones, la Guardia y el Psicom. La primera se encarga de velar por la seguridad de los habitantes y ciudades del Nido; la segunda es el brazo armado del Sanctum y se encarga de las operaciones bélicas y de proteger al Nido de amenazas externas. Ambos mundos son dirigidos por los fal'Cie, entes de cualidades paranormales con un tremendo poder mágico. Los fal'Cie del Nido se encargan de suministrar energía y alimentos necesarios para sustentar la vida de la sociedad, en cambio los fal'Cie de Paals se dedican a explorar y explotar la tierra. Ambos fal'Cie tienen la capacidad de «marcar» a los humanos convirtiéndolos en sus siervos, asignándoles una «misión» que desempeñar y otorgándoles poderes mágicos. Dichos siervos, llamados lu'Cie, poseen un tiempo limitado para cumplir su misión para no convertirse en Cie'th, formas de vida miserables con aspecto de monstruo destinado a una vida de pena y remordimiento. Si un lu'Cie cumple con éxito su misión se convierte en estatua de cristal y, según la leyenda, obtiene vida eterna. En ocasiones, cuando un lu'Cie se ha sentido sofocado por su misión, se han manifestado seres llamados Eidolones para aliviarlos de su carga.15
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